Fabricación Avanzada: presente y futuro de la empresa industrial vasca
- febrero 13, 2014
- febrero 13, 2014
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La Fabricación Avanzada, entendida como el conjunto de actuaciones desarrolladas por las empresas para ofrecer al mercado productos diferenciales y/o para fabricarlos de manera distinta, junto con el contexto generado por los Gobiernos para su impulso, está en el centro de numerosos debates. El artículo repasa la importancia del concepto y sobre todo las palancas sobre las que las empresas deben actuar en su camino hacia la Fabricación Avanzada.
Por qué es importante la Fabricación Avanzada
En los últimos tres años estamos asistiendo a un resurgir del interés por la fabricación en las economías occidentales. El Plan Nacional de EEUU para Manufactura Avanzada, la Estrategia diseñada por el Reino Unido, las llamadas al «reshoring», son ejemplos de esta corriente orientada a recuperar y fortalecer los sectores industriales en países de altos costes relativos. La causa de este interés es la constatación del fuerte peso que los sectores fabricantes tienen sobre la tasa de exportaciones, la innovación y la productividad de la economía, pesos muy superiores a los de cualquier otro ámbito de actividad.
Si tomamos como muestra el caso del País Vasco, la industria representa el 24% del valor añadido bruto de Euskadi (frente al 19% de la UE15), pero supone más del 90% de las exportaciones y en torno al 40% del gasto total en I+D (porcentaje que se eleva aún más si consideramos que los organismos de investigación, segundos según gasto en I+D, dedican un porcentaje considerable de su investigación al campo industrial).
Teniendo en cuenta la importante especialización relativa de la economía vasca en industria, la mejora de la competitividad de la misma, elevando la sofisticación de su propuesta de valor, es imprescindible no sólo para la supervivencia de las empresas, sino también para el progreso de nuestra sociedad. Es por ello que la Fabricación Avanzada, entendida como el conjunto de actuaciones desarrolladas por las empresas para ofrecer al mercado productos diferenciales y/o para fabricarlos de manera distinta, junto con el contexto generado por los Gobiernos para su impulso, está en el centro de numerosos debates.
Aun así, la Fabricación Avanzada no es algo nuevo. Llevamos al menos una década hablando sobre la necesidad de que las empresas evolucionen hacia un nuevo estadio competitivo, sobre la importancia de la innovación para competir en entornos desarrollados (con costes relativamente altos y calidad de vida también elevada). Lo que resulta más novedoso hoy del concepto de Fabricación Avanzada es el reconocimiento de la centralidad de la industria para la prosperidad y sobre todo, la aceleración de ciertas tendencias que ya se vislumbraban hace algunos años, pero que ahora se muestran con gran intensidad.
El avance en tecnologías aplicables a la industria (digitalización, Internet industrial, nuevas tecnologías de fabricación, bio-nano-micro tecnologías, nuevos materiales, etc.), el crecimiento de las clases medias en los países en desarrollo, como tractor del consumo, y sus demandas particulares, el peso creciente de los servicios en los sectores fabricantes, la tendencia a la personalización (incluso individualización) o la aceleración de los ciclos de vida de los productos, la aparición de nuevos jugadores / competidores mundiales, la preocupación por la sostenibilidad ambiental, la intervención política y regulatoria, son algunas de las tendencias que afectan a las empresas industriales. Cambios que abren una serie de retos pero también grandes oportunidades en la medida en que pueden modificar el «estado actual» o las «reglas convencionales» de la fabricación.
Cómo pueden evolucionar las empresas vascas hacia la Fabricación Avanzada
Es en este entorno en el que compiten las empresas industriales vascas, organizaciones generalmente de tamaño mediano – pequeño, relativamente concentradas en sectores de componente tecnológico medio (metalurgia y productos metálicos, caucho y plástico, material y equipo eléctrico o maquinaria y bienes de equipo) y situadas con frecuencia en eslabones intermedios de sus respectivos sistemas de valor sectoriales.
Enfrentadas a este complejo contexto, las empresas vascas deben abordar una serie de actuaciones para ser competitivas, para sofisticar su propuesta de valor, evolucionando su producto, la forma de fabricarlo y/o de ofrecerlo al cliente. Más concretamente, las principales palancas de la Fabricación Avanzada para las empresas vascas son:
• La incorporación de tecnología a los productos y procesos de fabricación. Cada empresa debe dominar y ser experta en su campo tecnológico propio, pero debe además explorar el impacto que otras tecnologías facilitadoras o que ciertas disrupciones tecnológicas pueden tener sobre su oferta.
Las nuevas tecnologías no sólo impactan en el producto (agregándole inteligencia o nuevas propiedades) sino muy significativamente sobre los procesos de fabricación, con nuevas herramientas de simulación o modelización, de fabricación aditiva, robótica, digitalización, etc.
La exploración e incorporación de tecnologías es consustancial a la Fabricación Avanzada y suele exigir a las empresas un fortalecimiento de su función de I+D, paralelamente al trabajo en red con distintos agentes científico-tecnológicos. El éxito en este ámbito requiere además una clara coherencia de la estrategia de I+D+i y la estrategia de negocio, garantizando la eficacia (en términos monetarios) de las actuaciones de desarrollo e incorporación de tecnología.
• La elaboración de estrategias centradas en el cliente, basadas en el entendimiento profundo de sus necesidades y particularidades, es una vía fundamental de generar valor ante una demanda cada vez más exigente y dispersa. La posibilidad de recopilar y tratar mayor y mejor información sobre el cliente y de disponer de tecnologías y herramientas para reducir de manera eficiente la escala óptima de las producciones, debe llevar a las empresas a segmentaciones cada vez más finas y al diseño de respuestas cada vez más particularizadas (en producto, servicio, gestión, organización). Esta tendencia, más frecuente hasta ahora en los sectores de bienes de consumo, es cada vez más común en el sector de bienes industriales y rompe la inercia existente en muchas empresas vascas de centrar su estrategia en el producto (mejor o más barato) para un público «indiferenciado».
La oferta de soluciones integrales a un cliente1 (o segmento concreto), la exploración de los servicios anexos al producto, o la focalización en un nicho para alcanzar el liderazgo mundial son distintas estrategias basadas en el cliente y que requieren modelos de negocio diferentes para su éxito.
• La gestión de redes de actores multilocalizados. En la medida en que el ámbito de actuación de las empresas es cada vez más global, se requiere una toma de decisiones informada sobre qué fases de la cadena de valor (I+D, fabricación, compra, comercialización, etc.) va a realizarse en cada zona geográfica y quiénes van a ser los actores (internos y aliados) diversos que van a llevarlas a cabo.
La gestión de este complejo ecosistema distribuido en distintas zonas geográficas es una palanca fundamental en la sofisticación de la industria y requiere de una evolución en los sistemas de información, decisión y control de la mayoría de las empresas.
• El diseño de procesos productivos eficientes y coherentes con la estrategia de negocio pretendida. La excelencia de las operaciones es una condición necesaria para competir, pero además la empresa debe adaptar sus procesos técnicos, productivos y logísticos al nivel de personalización, modularización o estandarización deseado en su oferta al cliente, adecuando su respuesta en costes, plazos y flexibilidad.
• La mejora de los sistemas de gestión para dar soporte a la empresa más sofisticada perfilada en los puntos anteriores. En este sentido, muchas empresas requieren una evolución en los sistemas para recoger y cribar una información más rica (de mercado y cliente, de tecnologías, de desempeño, etc.) y sobre todo, para alimentar con ella una mejor toma de decisiones. También es frecuente la evolución de las estructuras organizativas, pasando de organizaciones jerárquicas y funcionales hacia configuraciones más complejas. Asimismo, la mejora de la gestión del talento y en concreto, la incorporación de ciertos perfiles (gestores internacionales, traductores tecnología – negocio, científicos, operarios cualificados) es necesaria para lograr los avances señalados.
• El aseguramiento de una visión global y un avance coherente en las distintas palancas de la Fabricación Avanzada. La empresa debe disponer de una estrategia clara, implementada a través de actuaciones cuyo avance debe revisarse periódicamente, corrigiendo el rumbo en caso de necesidad. Cada empresa, en función de su sector de actividad y de su situación de partida, debe dar mayor o menor prioridad a cada una de las palancas anteriormente descritas. No obstante, en B+I creemos que todas ellas son elementos clave para el éxito en Fabricación Avanzada; esto es para el logro de actividades industriales de mayor valor añadido. Por ello, hemos desarrollado un modelo para apoyar a las empresas en su avance, que se representa gráficamente en la siguiente imagen.
1-Las estrategias basadas en servicio y solución fueron objeto de un artículo en la publicación Estrategia nº 0000002. Para profundizar en ellas, se recomienda su lectura.
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