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China y América Latina. Una relación en crecimiento

China ha dado un salto enorme en cuanto a avances científicos y tecnológicos en los últimos años, priorizando la innovación como motor de desarollo. Pero sin duda, es en sus nuevos posicionamientos internacionales donde apunta a un liderazgo en el plano global. Sus relaciones comerciales y de inversión siguen siendo significativas en América Latina y Caribe (ALC). Existen, por ejemplo, distintas plataformas de colaboración como foros regionales, cumbres y semanas de intercambio en los países de ALC en China, además de acuerdos bilaterales en el ámbito de los países y entre empresas. 

I. El Protagonismo de China 

La República Popular China cumplirá setenta años de su fundación en el 2019. Creciendo al 10% por casi 30 años, ha creado los fundamentos para constituirse hoy en la segunda economía mundial, y todo parece indicar que sus esfuerzos continuos la llevarán en un plazo no muy lejano a presentarse como la primera economía del mundo: nadie puede discutir hoy su envergadura y su influencia en el concierto mundial.

Todos los indicadores hacen de China una potencia con liderazgo en ascenso. Entre otros, cabe destacar la evolución de su PBI, que ha pasado de US$ 150.000 millones en 1978 a US$ 12.240.000 millones en 2018 según cifras de la ONU; la drástica disminución de la tasa de pobreza que ha sacado a cerca de 740 millones de personas del nivel de pobreza en los últimos 40 años, el incremento de su inserción comercial a nivel mundial, y su incidencia cada vez más notoria como un primer actor a nivel de la IED global; y su rol como un hacedor de una nueva forma de relaciones internacionales.

FIGURA 1: PIB de China, Millones de US$ a precios de 2010

A finales del siglo pasado China ya estaba posicionada como un país manufacturero, y desde entonces ha venido reformando su sistema económico en dos aristas principales: por un lado, buscando una posición como país de tecnología avanzada, donde la Inteligencia Artificial, los drones y la Internet de las cosas no le sean ajenos, y, por otro lado, complementando el motor de crecimiento mediante la inversión por la instrumentación del desarrollo de su consumo interno.

FIGURA 2: Tasa de pobreza en China, % del total de la población investigada

El éxito de las políticas implementadas se constata por si solas. China se está poniendo al día rápidamente en innovación tecnológica, en sectores como el pago con móvil, el comercio electrónico y la denominada nueva energía, donde no solo abastece su mercado interno, sino que comienza a competir con las tradicionales empresas tecnológicas de Occidente. El país cuenta hoy con 46 de las llamadas “empresas unicornios”, que representan el 80% de las creadas entre el 2002 y el 2017 en Asia.
China completó en 2017 siete años consecutivos como el país que más aplicaciones por patentes presentó a nivel internacional. Para fines de 2017, el país poseía alrededor de 1,36 millones de patentes; es decir, un promedio de 9,8 títulos por cada 10.000 personas.

Actualmente se encuentra entrando en un nuevo proceso de desarrollo pautado por su programa de “Hecho en China 2025”, cuyo objetivo es potenciar y estimular a ciudades y empresas de la fabricación intensiva y de bajo costo hacia una producción de mayor valor agregado. Para ello, empresas públicas fuertes y en alianza con empresas privadas, e instrumentos de políticas activas en pro de la inserción de las pequeñas y medianas empresas son actores en los que se ha depositado la transformación esperada. De esta forma ya se observa que el tradicional “hub” de manufactura ha pasado a ser una incubadora para autos voladores y farmacias automatizadas.

FIGURA 3: La ruta de la seda en el siglo XXI

Durante los últimos cinco años, el país ha dado un enorme salto en cuanto a avances científicos y tecnológicos, priorizando la innovación como motor de desarrollo. Del desarrollo de Internet al estudio del cerebro, de la exploración del espacio a la de las profundidades marinas, de la observación del universo al estudio de las micropartículas, China trabaja hoy en casi todos los campos de la ciencia y la tecnología.

En menos de dos décadas, varias empresas tecnológicas chinas se han posicionado entre las mayores firmas del mundo según su valor de mercado. Es el caso de las llamadas BAT, Baidu, Alibaba y Tencent, conocidas popularmente como la versión asiática de Google, Amazon y Facebook, aunque en la práctica, estas compañías venden muchos otros productos y servicios tecnológicos.

En 2015, China registró por primera vez inversiones mayores en el extranjero de lo que las compañías foráneas invirtieron en el país. De allí en adelante, con altibajos y diferencias sectoriales, la tendencia no ha parado. Un ejemplo reciente son las inversiones de Didi Chuxing (Uber chino) en Brasil, que ha adquirido el servicio de la empresa 99 (la Uber de Brasil) y de la empresa Careem en Medio Oriente.

Pero sin duda, es en sus nuevos posicionamientos internacionales donde China apunta a un liderazgo en el plano global. Apoyando a la lucha contra el cambio climático y la defensa de la globalización, ha sumado dos iniciativas focales de suma importancia que apuntan a la promoción de una verdadera «reconfiguración del orden global de las relaciones internacionales». Por un lado la llamada Nueva Ruta de la Seda, que constituye un plan de inversiones para agilizar el comercio y las relaciones entre países, regiones y continentes, y por otro lado y de forma complementaria, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), con importante y anticipada incidencia en el orden financiero internacional, que a tres años de su creación cuenta ya con la adhesión de más de 93 naciones.

La Nueva Ruta de la Seda del siglo XXI, (One Belt, One Road en inglés) representa una red de conectividad compuesta por corredores marítimos, terrestres, aéreos y digitales entre China, Eurasia, Oriente Medio, Europa, África, que recientemente se ha lanzado también para América Latina y el Caribe (ALC). Pretende bajar los costos de transporte, incrementar el comercio y dinamizar la economía mundial, y apunta a una nueva forma de relacionamiento internacional.

II. Avances en América Latina y el Caribe

A pesar de los cambios estructurales que está experimentando la economía china, sus relaciones comerciales y de inversión en ALC siguen siendo significativas. Se estimaba para 2018 un intercambio cercano a los 300.000 millones de dólares y del mismo modo, que la inversión extranjera se elevase de manera sostenida por encima de los 200.000 millones de dólares.

FIGURA 4: El stock de inversión directa china en América Latina y el Caribe continúa aumentando

América Latina y el Caribe han pasado a ser el segundo mayor destino de las inversiones chinas en ultramar. A su vez, China se ha convertido en la principal fuente de financiación de proyectos de desarrollo regional, superando a organismos tradicionales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo. Entidades como China Development Bank y Export-Import Bank of China son los principales instrumentos de esta corriente de Inversión Extranjera Directa.

China ha establecido acuerdos con los países latinoamericanos en términos comerciales, de cooperación económica, política y cultural. Hoy es el principal socio exportador de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y el segundo de México. Cabe observar diferencias regionales, donde el déficit comercial que muestra el intercambio entre ambas regiones favorece a China, con México como responsable principal.

La matriz de comercio entre ALC y China muestra la especialización exportadora de productos primarios de ALC, especialmente de América del Sur, y una corriente exportadora por parte de China más sofisticada, que pasa de la exportación de productos livianos como vestimenta y calzados, a exportar cada vez más productos electrónicos, maquinarias, instrumentos médicos, coches, etc. En materia de productos, ALC adquiere principalmente productos industriales con contenido tecnológico: aparatos eléctricos, maquinaria, circuitos integrados, automóviles o transformadores, y exporta principalmente productos agrícolas y agroindustriales como soja, combustibles, minerales de cobre o hierro, pasta de celulosa, carnes, etc.

La respuesta de ALC a las relaciones planteadas por China en materia de IDE y de comercio no se ha hecho esperar, y ejemplo de ello es la adhesión de más de 7 países al BAII y las recientes relaciones diplomáticas de Panamá (2017) y del Salvador (2018). Sin duda, son pasos de gran importancia para China, dado su interés en América Central por el lugar estratégico que ocupan sus países a la hora de vincular el Océano Pacífico con el Atlántico.

Pero no solo han sido el comercio y las inversiones las que han registrado aumentos, también el número de viajeros chinos a México, Cuba, Brasil y Argentina se duplicó en el 2018.

A partir del Foro China-LAC/ALC de enero de 2018, China especifica la importancia de la región en la nueva Ruta de la Seda e invita a los países a firmar la integración en ella, privilegiando su relación dentro del gran proyecto de inversiones e intercambio económico. Hoy son más de 11 países los que han manifestado su interés en asociarse.

El gigante asiático ya tiene un Tratado de Libre Comercio con Costa Rica y en enero pasado empezaron las negociaciones para un acuerdo similar con Panamá, donde están las mayores inversiones y proyectos chinos en esa región, con la construcción de un puerto de cruceros y otro de contenedores en la Zona Libre de Colón; Huawei instaló en Colón su sexto centro de distribución mundial de sus productos. Empresas chinas compiten además por los contratos de puentes sobre el Canal de Panamá y también por la construcción de una línea de ferrocarril para comunicar Ciudad de Panamá con la frontera de Costa Rica. Por su parte, en Costa Rica está planteada la creación de una Zona Económica Especial (ZEE), donde se fabricarían productos chinos.

En 2015 China estableció en forma explícita dos metas que desearía alcanzar en sus relaciones con ALC para los próximos 10 años: un comercio bilateral del orden de los 500 mil millones de dólares, y un monto de corriente de inversiones directas chinas de alrededor de los 250 mil millones de dólares. Solo han pasado cuatro años, y parece que estos objetivos no están tan lejos.

III. Pilares, focos y formas de cooperación

Desde los inicios de la cooperación, China propuso a ALC enfocar esfuerzos en forma conjunta para construir cuatro pilares principales: amistad y confianza mutua; beneficio recíproco y ganancia compartida; aprendizaje mutuo en lo cultural y finalmente, alianza integral en la capacidad productiva.

En cuanto al foco y las formas de cooperación, China abogó en 2015 por la construcción conjunta de tres corredores para lograr la interconexión del continente sudamericano y de éste con China. Los focos de esta estrategia son: en materia logística, la construcción ferroviaria; en cuanto a energía eléctrica, la generación y trasmisión de energía eléctrica de alta tensión, y finalmente, en cuando a desarrollo TICS, foco en la tecnología de internet y telecomunicaciones móviles de próxima generación.

Sobre las formas de articular esta relación, las apuestas chinas son claras.

De un lado, apuesta por Alianzas Público-Privadas de economía de mercado. El nuevo modo de cooperación en capacidad productiva entre China y América Latina debe cumplir con las reglas de la economía de mercado, en un intento por lograr una buena interacción entre el sector privado, la sociedad y el gobierno. Los proyectos de cooperación deben ser gestionados por empresas y operados comercialmente, con la promoción del gobierno y la participación de toda la sociedad. Por lo tanto, se resalta que la cooperación deberá ser llevada adelante a través de empresas conjuntas, la colaboración público-privada y la concesión de franquicias.

Y por otro lado, sobre el modelo de financiación a través de Préstamos y Seguros, el gobierno de China solicitó a las dos partes, empresas chinas y americanas, que faciliten la construcción de sus proyectos de cooperación a través de la ampliación de tres canales financieros principales, a saber, financiación, préstamos y seguros.

IV. Principales Plataformas de cooperación con ALC: Foros Regionales, Cumbres y Semanas de intercambio de los países de ALC en China

Los Foros Regionales

Los Foros Regionales están formados por los cancilleres de los países pertenecientes ambas regiones. El Foro China-CELAC, creado en 2014 a iniciativa de Xi Jimping, ha sido una propuesta innovadora de la diplomacia con características chinas y ha supuesto el inicio de una nueva etapa en la cooperación bilateral y cooperación integral.

Se han sucedido hasta hoy dos Foros Regionales, el primero en Beijing, donde se establecen y se generar acuerdos que enmarcarán la relación de China con ALC. El segundo y más reciente tuvo lugar en Chile en enero del 2018.

Con la mirada puesta en el avance de la asociación hacia la próxima fase, el canciller chino sugirió a los países latinoamericanos y caribeños que aprovechen la oportunidad para construir de forma conjunta la Franja y la Ruta, promuevan la cooperación en el marco denominado «1+3+6» y trabajen en aras de un desarrollo actualizado e innovador de la cooperación entre ambas partes.

El «1» se refiere al Plan de Cooperación que se firma en cada Foro Regional y que pauta las acciones de ambas regiones que guiarán los proyectos de cooperación específicos. Existen dos Planes de Cooperación, el 2015-2018 y el que rige actualmente 2019-2021. El «3» identifica el comercio, la inversión y las finanzas como fuerzas motrices de la cooperación. El «6», por último, prioriza como sectores de la colaboración la energía y los recursos, la construcción de infraestructuras, la agricultura, la manufactura, la innovación tecnológica y científica y la tecnología de la información.

Específicamente, Wang hizo una sugerencia de cuatro puntos: asegurar que China y los países de Latinoamérica y el Caribe construyen conjuntamente una gran conectividad que cubra el mar y la tierra; cultivar grandes mercados que sean abiertos y recíprocos; crear grandes industrias caracterizadas por tecnologías avanzadas e independientes y, en cuarto lugar, una gran comunicación, basada en la igualdad y la confianza mutua.

Durante el último Foro en enero del 2018, se produjeron tres documentos de importancia:

  • La Declaración de Santiago, de carácter político que contiene los principales consensos alcanzados durante la cumbre.
  • El Plan de Acción Conjunta CELAC -China, que da continuidad al surgido en el primer Foro, on temas específicos para abordar y aprovechar las oportunidades de relaciones bi regionales entre las 33 naciones que componen el bloque y China. Prevé una mayor cooperación en diversos ámbitos como política y seguridad, comercio e inversión, infraestructura, agricultura, industria, ciencia y tecnología, cultura, medio ambiente, cambio climático y turismo.
  • La declaración especial en torno a la iniciativa de “Una Franja, Una Ruta”, que es la manera en la que el nuevo continente se vinculará con China.

Cumbres China-ALC

Cumbres periódicas entre China y ALC, con el objetivo de expandir y fortalecer las relaciones comerciales entre ambas regiones a través del intercambio de ideas y oportunidades de negocios.

Alternando su sede entre China y ALC, cuentan con el apoyo del Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCPIT), el Banco Popular de China y el Banco Interamericano de Desarrollo. La última cumbre, la XII, tuvo lugar en China en la ciudad de Zhuhai, el pasado noviembre del 2018.

Semanas de intercambio de los países en China

Anualmente, los países de ALC pueden organizar su Semana en China. Chile inauguró su primera semana en el 2015, en ciudades como Shanghái y Beijing, donde se analizaron intercambios económicos y culturales que buscan acercamiento y oportunidades de inversión y comercio en forma conjunta, así como conmemorar hitos importantes en la evolución de las relaciones. Uruguay tuvo su primera semana en 2018.

Acuerdos Bilaterales

  1. En el ámbito de los países:
    Junto a estas plataformas que marcan aproximaciones de carácter integral y que lidera China, existen acuerdos bilaterales entre China y los distintos países de ALC.
    China tiene hoy TLC con Chile, Costa Rica y Perú y se encuentra negociando, con importantes avances, con Panamá y Colombia.
    El más reciente corresponde a Argentina, y fue rubricado durante la reunión del G20. Se firmaron 37 acuerdos que comprenden la ampliación del Swap (importante para Argentina, dada su situación financiera) entre los bancos estatales de ambos países, acuerdos comerciales vinculados a productos agropecuarios, fortalecimiento de cooperación en infraestructura de transporte y energía, la creación de un fondo de Capital de Trabajo de Argentina relacionado con las obras de infraestructura, así como el incremento de las compras de poroto de soja y aceite de soja.
    Adicionalmente, ha instrumentado dos figuras más: la Alianza Estratégica Integral, como las firmadas con Brasil, Argentina y México, que implica una dirección hacia la integración de las capacidades productivas entre China y el país sujeto de acuerdo, y la Asociación Estratégica, como la acordada con Uruguay.
    Independientemente del nivel de relación alcanzado, destacan las acciones comprendidas en los Acuerdos Bilaterales que van mas allá del tema comercial o el de inversión y que hace referencia a la cultura, educación, ciencia y tecnología, salud, deportes, asuntos espaciales, cooperación Sur-Sur, defensa, etc.
    Otro aspecto relevante en estos acuerdos es la preferencia y aumento del comercio bilateral en yuanes, y en muchos casos, la eliminación de la doble tributación.
  2. Entre empresas:
    El incremento de empresas chinas en ALC sigue en constante aumento, pero se constata el crecimiento de las alianzas entre empresas de ALC y de China. Un claro ejemplo es el reciente entendimiento firmado entre Win Chain y JBS. Win Chain es un referente en la industria de alimentos frescos de China, mientras que el JBS de Brasil es uno de los mayores de carne del mundo y también el segundo mayor productor de cerdo y cordero a nivel mundial. El acuerdo establece que Win Chain se compromete a la compra, durante un período de tres años, de 1.500 millones de dólares a JBS. A su vez, Win Chain proporcionará a JBS soluciones integrales adecuadas al mercado chino, que incluyen ventas de canal, distribución en cadena de frío, planes de co-establecimiento de marca de productos básicos y apoyo mediante big data, de manera que los productos de calidad de JBS puedan ingresar al mercado chino de la forma más rápida con un efecto de marca fiable.

V. Desafíos Pendientes

Sin lugar a dudas, la relación con China ha determinado avances en uno de ámbitos pendientes importantes de ALC: el desarrollo de la infraestructura.

Pero ALC tiene otro enorme desafío que abordar: generar procesos de industrialización que puedan incidir en un cambio sustancial en su matriz exportadora, ya que hoy en día continúa exportando materias primas e importando tecnología.

ALC no ha logrado fijar una visión conjunta sobre si misma y sobre su rol en el concierto global, con organizaciones que la estructuran, donde el componente ideológico ha superado largamente los esfuerzos por uniones centradas en otros intereses y que han profundizado sus divisiones.

Esto ha hecho que las relaciones bilaterales de sus países con terceros se vean como verdaderas competencias internas que restan posibilidad de generar estrategias propias para sostener y reforzar posicionamientos globales.

Los esfuerzos de integración en un mundo en redes, lejos de restar, son los que suman para las transformaciones que se requieren en este tiempo. Son redes que implican generar bases de conocimiento mutuo, de identidad reconocida y de construcción de horizontes comunes.

Esperemos que liderazgos compartidos colaboren en visiones estratégicas aglutinadoras, que puedan operar esas transformaciones pendientes tan necesarias para una región que se lo merece.

Escrito por Primavera Garbarino, Socia Directora de Integran Consulting
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